Al estar a punto de cumplir los 22 años, me encuentro reflexionando sobre lo que ha significado este último año y cómo en este semestre la columna «20/20» ha sido una parte importante de mi vida. Esta es mi novena y última columna, y quiero aprovechar este espacio para agradecer y despedirme de mis lectores.
Cuando comencé «20/20», no imaginaba la magnitud del viaje que estaba por emprender. Cada semana, al abordar temas diversos, desde la madurez que se espera a los 20 años hasta las incertidumbres y desafíos que enfrentamos, he podido no solo compartir mis opiniones, experiencias y pensamientos sino también mi emociones. Quiero agradecer especialmente a mi profesor de periodismo político. Esta columna nació como una actividad de su materia y se transformó en una plataforma que me permitió explorar mis pensamientos, expresarme libremente y conocer las perspectivas de expertos.
La columna «20/20» no solo fue un espacio para compartir mis vivencias, sino también una oportunidad para crecer como persona. Cada artículo fue una ventana abierta a mi mundo, y me siento honrada de que ustedes hayan querido mirar a través de ella. A mis compañeros de clase, gracias por compartir sus propias historias y pensamientos. A través de sus perspectivas, aprendí a ver el mundo desde diferentes ángulos y a valorar la diversidad de opiniones.
Hoy, me despido de «20/20» con el corazón lleno de gratitud. Este proyecto me ha permitido explorar quién soy a los 20 años y estoy emocionada por lo que vendrá en estos siguientes años . Este no es un adiós, sino un hasta luego, ya que seguiré llevando conmigo las lecciones y experiencias compartidas en este espacio y seguiré escribiendo. Gracias por ser parte de este viaje. Aunque esta columna llega a su fin, mi pasión por la escritura sigue viva. Continuaré compartiendo mis reflexiones con ustedes a través de otros medios, y espero que se unan a mí en esta nueva aventura.
Gracias por ser parte de «20/20».
