Perdóname, pero no te puedo perdonar

¿En verdad existe el perdón? ¿o solamente es un acto egoísta para librarnos de culpas?

Ciertamente indagando sobre este cuestionamiento, y después de contradecirme a mi mismo, dándole vuelta una y otra vez al asunto, no pude llegar a una conclusión. Por un lado considero que, cuando alguien te pide perdón lo puede hacer para librarse de culpas y así sentirse bien consigo mismo, es decir, no reflexionando las consecuencias de sus actos, no haciéndose responsable de sus acciones, simplemente pensando en su tranquilidad. Por otra parta hay un perdón, más puro y sincero, un perdón que ha sido reflexionando, en el que ya se ha aprendido algo, no se volverá a incurrir en la falta que provocó llegar hasta dicha situación y es desinteresado el que la persona tenga una perspectiva negativa de ti, ya que lo único que te importa es que él o ella estén consientes de que sabes que lo que hiciste estuvo mal.

Al analizar detenidamente esta dualidad del perdón, llegué a la conclusión de que muchas veces ambas caras de la moneda pueden coexistir. Quizás pides perdón porque en primera instancia no quieres que las personas tengan una mala impresión de ti, es decir, quieres sentirte bien contigo mismo, y a su vez ya reflexionaste acerca de tus actos y has aprendido la lección. Entonces puede ser que en muchos casos estas dos perspectivas de complementen.

Así que recuerda que antes de pedir perdón primero debes cuestionarte desde donde lo estas haciendo, si realmente estas arrepentido de tus actos o solo es una excusa para seguir actuando de la misma manera sin recibir consecuencias de tus actos, reflexiona si lo estas haciendo por tu propio bien o por el bien del otro, pero, sobre todo, prepárate para recibir y aceptar un posible “no” como respuesta, ya que nadie está obligado a perdonar