Más que una elección estudiantil

El pasado 17 de mayo, en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHU) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), se llevó a cabo la elección del presidente de la sociedad de alumnos. Si bien puede parecer solo un evento estudiantil más, la importancia de ejercer nuestro voto en estas elecciones va más allá de elegir a un líder estudiantil.
El derecho al voto es uno de los pilares fundamentales de la democracia. Es la herramienta que tenemos para expresar nuestra opinión, influir en decisiones importantes y dar forma al rumbo de nuestra comunidad. En el contexto universitario, el presidente de la sociedad de alumnos no solo representa los intereses de los estudiantes, sino que también tiene la responsabilidad de ser un puente entre la comunidad estudiantil y las autoridades universitarias.
Cada voto cuenta y tiene un impacto real en el resultado final de una elección. Es fácil caer en la tentación de pensar que un solo voto no hace la diferencia, pero cuando muchos individuos comparten esa mentalidad, el resultado puede ser una participación electoral baja y desmotivada. Esto socava la legitimidad de los líderes elegidos y debilita la representatividad de las instituciones estudiantiles.
Además, participar en las elecciones estudiantiles es una forma de practicar y fortalecer nuestro compromiso cívico. A través del proceso de votación, aprendemos sobre la importancia de la participación ciudadana, el valor de nuestra voz y la responsabilidad que conlleva ser parte de una comunidad democrática.
La elección del presidente de la sociedad de alumnos también es una oportunidad para reflexionar sobre los valores y las prioridades que queremos promover en nuestra institución educativa. ¿Qué tipo de liderazgo queremos? ¿Qué problemas queremos abordar? ¿Qué cambios queremos ver en nuestra comunidad estudiantil? Estas son preguntas que podemos responder a través del ejercicio de nuestro voto.
La elección del presidente de la sociedad de alumnos no es solo una cuestión de estudiantes eligiendo a su representante. Es un acto de ciudadanía, un ejercicio de democracia y una oportunidad para fortalecer nuestra comunidad estudiantil. Cada voto cuenta, cada voz importa y cada elección es una oportunidad para hacer una diferencia.